Sobre mí

Soy Andrea Vega, una artista independiente de 26 años originaria de Guadalajara, México. Siempre he sido dibujante y hoy disfruto explorar con distintos medios como la pintura, la cerámica y la ilustración digital.

Desde que soy niña me recuerdo dibujando, mi abuela materna Estela guardó varios de mis primeras creaciones, que consistían en retratos de mi familia y mascotas. 

 

Mi abuela y mi madre me enseñaron lo que es el amor incondicional, la ternura, el humor y la capacidad de hacer mucho con poco. 

De niña fui muy curiosa, creativa, sensible y un poco solitaria. Desde muy temprana edad sentía que había algo diferente en mí, era muy difícil hacer amigos y sentirme aceptada. Mis tiempos libres después de la escuela los dedicaba a estar sola en mi recámara dibujando.

En cuanto cumplí 18 años comencé a trabajar en un call center para apoyar económicamente a mi madre, pasábamos por una crisis económica después del divorcio de mis padres tres años antes.

Un año y medio después conseguí un mejor trabajo como representante de recursos humanos de tiempo completo en una empresa global de tecnología a la par que estudiaba la carrera de Administración de Empresas por las tardes. Durante los cinco años que trabajé en esta empresa aprendí muchas cosas valiosas, incluso aprendí portugués. Fue bueno mientras duró pero todo tiene su ciclo, y mi ciclo de oficinista llegó a su fin con un inolvidable ataque de ansiedad. Llegué a un punto donde el estrés, la monotonía y el cansancio fueron demasiado para mí y decidí renunciar a mi trabajo en el 2022.

Un año antes de renunciar, estuve recuperándome de una depresión y una crisis existencial brutal que, así como casi todos, viví durante la pandemia. Durante esa recuperación algo en mí se encendió, una chispa de intuición que comenzó a encender una bomba de cuestionamientos. 

¿Cuál es mi propósito? ¿Mi trabajo me hace feliz? ¿Por qué siento siempre un vacio, como si me faltara algo? ¿Quién soy?

Honestamente mi cabeza era un caos en ese momento y no podía responder mis preguntas, pero si sabía que ya no era feliz y que necesitaba un cambio radical.

Desde julio 2022 me dedico por completo al arte, al principio me moría de miedo y la incertidumbre me abrumaba. Hoy se que quiero hacer esto el resto de mi vida, cada vez que dibujo o pinto, mi mente se calma y mi alma se fortalece.

Si llegaste hasta aquí, gracias por leerme.

Con amor, Andrea.